La llegada (2016)

Entender y hacerse entender

Entender y hacerse entender

La doctora Louise Banks. La mayor experta en lenguas del planeta. Que conoce lo que es el dolor, perdió a una hija en edad universitaria, seguramente por un cáncer. A punto de comenzar a impartir una clase en la facultad donde trabaja, se entera, como el resto del mundo, del aterrizaje de 12 naves espaciales en otros tantos puntos diferentes del planeta. Una de ellas está en montana, y Louise es requerida, junto a otros muchos expertos en distintos campos de la ciencia, como el matemático Ian, para tratar de comunicarse y entender cuáles son las intenciones de los visitantes extraterrestres. La situación es delicada, pues la población está asustada, se han producido disturbios y saqueos, reacciones violentas de todo tipo, más los planteamientos de distintos tipos de iluminados. Además, países como China y Rusia, se muestran más temerosos y podrían responder con un ataque militar preventivo.

El canadiense Denis Villeneuve (PrisionerosSicario) sigue dando muestras de su poderío narrativo y visual a través de las películas. Aquí adapta un relato corto de Ted Chiang, convertido en guión por Eric Heisserer, que en el mismo año ha visto convertido en película otro de sus libretos, Nunca apagues la luz, lo que por comparación permite ver cómo las cosas cambian cuando hay detrás un director con claro peso específico.

La película incide en la idea de la comunicación, hacerse entender, ponerse en el lugar del otro, no obrar precipitadamente, como fundamento para cualquier tipo de entendimiento, ya sea entre naciones, ya sea entre personas. Y la paradoja estriba en que una puede ser muy buena en conocimiento de teoría del lenguaje, y aplicar esto a la comunicación con otra civilización, y al mismo tiempo advertir que en el trato directo con personas no sabe expresarse exactamente como quisiera.

Suerte de Encuentros en la tercera fase con personalidad propia –resulta curioso advertir cómo otros cineastas importantes, con mayor o menor fortuna, han intentado abordar este tipo de historias, además de Steven Spielberg, están Stanley Kubrick (2001, una odisea del espacio), Robert Zemeckis (Contact) y Christopher Nolan (Interstellar)–, la película estética y visualmente está muy bien resuelta, las escenas en que humanos y alienígenas se encuentran frente a frente son muy originales, así como el modo en que «hablan» entre ellos. La banda sonora de un Jóhann Jóhannsson en alza ayuda a crear la adecuada atmósfera que exige la historia.

El reparto está muy bien, con una sobresaliente Amy Adams, que sabe entregar una combinación perfecta de fortaleza y fragilidad, sabiduría y ternura, miedo y confianza, lo que ayuda a que la complicada resolución del film con sorpresa funcione y deja al espectador dando vueltas y revueltas a lo que ha visto.