Bullitt (1968)
La trama
Johnny Ross es un criminal perseguido por un sindicato mafioso al que ha defraudado elevadas cantidades de dinero. Acosado por sus perseguidores pacta con Walter Chalmers, un político ambicioso. A cambio de su protección promete testificar. Walter encomendará la protección de este testigo al detective Frank Bullitt que pese a sus esfuerzos no puede impedir su asesinato. Bullitt se verá implicado en una oscura trama convirtiéndose él mismo en el siguiente objetivo de los pistoleros mafiosos.
Aunque se resiente demasiado de su estética sesentera, se trata de un entretenido thriller policiaco dirigido por Peter Yates, que cuenta con apañadas escenas de acción. Especialmente impresionantes son las persecuciones automovilísticas por las calles de San Francisco, que sin duda pesaron en la Academia a la hora de otorgar al film el Oscar al mejor montaje (Frank Keller). Steve McQueen da vida a Bullitt –un personaje que influyó tres años más tarde en el Harry el sucio de Clint Eastwood–, que está acompañado por una guapísima y excelente Jacqueline Bisset.