.Fuente: diariomontanes.es
·Escrito por abarajas
·4 Mayo, 2009

television-interactivaLa difusión de contenidos audiovisuales por Internet ya no es suficiente, ahora la interacción manda: el usuario espera poder elegir lo que quiere ver y las empresas deben atender estas necesidades. Desde que la televisión irrumpió en nuestras vidas, muchos han sido los cambios que ha provocado en la sociedad. Hace años era un lujo disponer de este aparato y hoy en día es raro encontrar un hogar en el que no haya un mínimo de dos televisiones. Hasta hace bien poco la señal analógica era la única, ahora malconvive con la digital, que en pocos meses la sustituirá.
Estos avances muestran que la televisión es uno de los medios de ocio más utilizados hoy en día, pero esto no es todo. Además, actualmente compite con otras fórmulas de entretenimiento que están en muchos los domicilios: videoconsolas, home cinema, reproductores de DVD, ordenadores.
Es lo que en el estudio ‘Televisión digital’, elaborado por el Grupo de Análisis y Prospectiva de Red.es, se define como hogares digitales.
La característica común de todos estos elementos es la aplicación tecnológica y, al mismo tiempo, la escasa participación del usuario. Todo se ciñe a una programación establecida, una oferta bajo demanda limitada o una película adquirida.
Y esto es lo que ha cambiado con la llegada de la televisión por Internet. Eliminado el soporte tradicional, el televisor, e integrada la banda ancha en los hogares, las posibilidades de los contenidos audiovisuales se abren y se multiplican.
Participación del usuario
La televisión por Internet es el sueño de cualquier espectador: difunde los contenidos más demandados por los usuarios, los de la televisión, utilizando un soporte que les da la oportunidad de opinar, de elegir.
Significa un paso más allá en la distribución audiovisual por la Red, porque además de poder descargar vídeos o verlos online se puede acceder a otro tipo de servicios como por ejemplo realizar compras o transacciones electrónicas.
La mayor aportación de la televisión por Internet es que ya no se trata sólo de ver sino de acceder a contenidos audiovisuales, es decir, la programación no está marcada, sino que es elegida por el espectador. Es la interactividad llevada a un medio en el que tradicionalmente ha habido poco que decir sobre lo que ver.
Espectador protagonista
Llevar lo audiovisual a la Red bajo formatos que se sustentan en la conexión de banda ancha de los usuarios significa permitir que el espectador disfrute de la televisión en cualquier lugar del mundo y en cualquier momento, pudiendo ver sus programas favoritos sin límites horarios.
Se puede afirmar que este modelo de emisión supone la verdadera televisión personalizada, aquella en la que cada persona, con sus gustos, sus tiempos y sus necesidades, decide qué quiere ver.