En 1988 el general Pinochet fue forzado por la comunidad internacional a convocar un referéndum para legitimar su gobierno. Esta es la historia de aquella curiosa campaña electoral en la que los opositores al régimen cambiaron la historia gracias a los jingles de un publicista.

 

 

 

 

 

 

Director: Pablo Larraín

Intérpretes: Gael García Bernal, Alfredo Castro, Luis Gnecco

Guión: Pedro Peirano

Duración: 116′

Género: Comedia, Político

Estreno DVD: 05/06/2013

Público: +16

Valoración: ****

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 3

Acción: 2

Amor: 0

Violencia: 1

Sexo: 0

Crítica:

La tercera de las películas del director sobre la dictadura chilena y la mejor, sin duda. Tras Tony Manero y Post Mortem, Larraín presenta un film retro, rodado con la misma cámara que utilizaban los estudios de televisión en los ochenta.

La imagen doble y borrosa, deslumbrante y descolorida, es la protagonista de un documento interesantísimo sobre la intrahistoria de Chile, en la que consigue diluir ficción y realidad. Basada en un texto de Antonio Skármeta, el guión se centra en la lucha contra la dictadura a través de  la creatividad.

Una película llena de humor y terror, que transporta el peso de la historia con una ligereza que la ha hecho merecedora de una nominación a los Oscar y del Premio a la Mejor Película en la Quincena de Realizadores de Cannes 2012. La actuación de Gael García Bernal en el papel del publicista René Saavedra es impactante. El actor, grande en todo momento, nos cuela en la atmósfera tensa e incierta de los que apuestan por una causa perdida y salen al paso con humor y discreción. Nos lo creemos de principio a fin, tanto, que parece imposible que el tal René nunca haya existido. El guión firmado por Pedro Peirano, uno de los míticos de la pantalla latina, convence y arrasa durante los 116 minutos, emociona y altera.

 

 


Fuente: Anna Puigarnau (www.taconline.net)