Mike Banning (Gerard Butler) es un agente del Servicio Secreto norteamericano que, tras un traumático accidente, se ve obligado a abandonar la protección del Presidente de los Estados Unidos (Aaron Eckhart), y acaba trabajando en el Departamento del Tesoro. Pero cuando un comando norcoreano ataca la Casa Blanca, tomando como rehenes al Presidente y su gabinete, Banning se verá obligado a entrar de nuevo en acción.

 

 

 

 

Director: Antoine Fuqua

Intérpretes: Gerard Butler, Aaron Eckhart, Morgan Freeman, Dylan McDermott, Ashley Judd, Radha Mitchell, Melissa Leo, Cole Hauser

Guión: Creighton Rothenberger, Katrin Benedikt

Duración: 119′

Género: Thriller, Acción

Estreno DVD: 11/09/2013

Público: +16

Valoración: **

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 0

Acción: 4

Amor: 0

Violencia: 2

Sexo: 0

Crítica:

 Mantener a raya a los grandes peligros para su nación ha sido siempre una de las especialidades del cine estadounidense. Desde que Hollywood es Hollywood, todo aquel que se ha atrevido a poner en jaque la estabilidad del gran poder de Occidente ha sucumbido en el celuloide frente al vigor de los héroes y valores americanos. Ahora, en pleno 2013, con los enfrentamientos con los soviéticos ya lejanos y con Jack Bauer y compañía mitigando los miedos post 11-S, una nueva amenaza se cierne sobre la Casa Blanca.

Vistas las dinámicas de Olympus has fallen, pocas novedades pueden aportar los grupos armados norcoreanos del film (parece que el nuevo enemigo de USA tanto fuera como dentro de la gran pantalla), a lo que en su día llevaron a cabo rusos, chinos, islamistas radicales e, incluso, extraterrestres. Antoine Fuqua, especialista en cintas de acción y responsable de este enésimo ejercicio de patriotismo cinematográfico (en un escenario que invita a ello más que nunca), parece saberlo al abandonar cualquier intención de imprimir cierta personalidad a su obra, y vivir del convencionalismo en este thriller que remite, inevitablemente, a los años de Jungla de cristal, La Roca o Air Force One, tanto en su estilo como en su temática.

Sin dejar de ser una más dentro de su género ni llegar, siquiera, al nivel de efectividad de los precedentes citados, Objetivo: la Casa Blanca es una cinta de acción bien llevada que sabe encontrar y mantener con facilidad al espectador que la busca.

Mucho ritmo, muchos tiros, muchas explosiones, un duelo de tipos duros y un alto grado de inverosimilitud son los ingredientes que el responsable deTraining day o Shooter pone, sin sorpresas, al servicio de un entretenimiento muy básico, en el que lo de menos es tomarse seriamente su contexto político o su sobredosis, muy al estilo Roland Emmerich, de fervor americano (con un Gerard Butler deshaciéndose de un terrorista con el busto de Lincoln o una Melissa Leo negándose, como Secretaria de Defensa, a dar información a los asaltantes mientras jura fidelidad a la bandera, incluidos).


Fuente: www.taconline.com