Filippo pertenece a una familia de pescadores que viven y faenan en una pequeña isla vecina a Sicilia. Del mar sacan una pesca exigua y un problema de conciencia: inmigrantes africanos a los que, según la Ley, no pueden sacar del mar, bajo pena de perder su barco y su sustento.

 

 

 

 

 

 

Director: Emanuele Crialese

Intérpretes: Filippo Pucillo, Donatella Finocchiaro, Mimmo Cuticchio, Guiseppe Fiorello

Guión: Emanuele Crialese, Vittorio Moroni

Duración: 88′

Género: Drama

Estreno DVD: 05/12/2012

Público: +16

Valoración: ****

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 2

Acción: 2

Amor: 0

Violencia:  0

Sexo: 0

Crítica:

Emanuele Crialese es un director modesto y concienzudo, atento en todas sus producciones a las relaciones de familia y a la finura de conciencia, a plantear dilemas entre David y Goliat, a buscar siempre una salida lo más humana posible a los conflictos actuales, que son tan antiguos como las piedras. Un cine poco elaborado, quizá por falta de medios, pero sumamente efectivo ya que, a través de su argumentación, apela a cualquier tipo de espectador, sin importar color, edad o procedencia, a que se implique y reflexione sobre el problema expuesto.

Tras Respiro y Nuovomondo, trae esta Terraferma con un objetivo entre ceja y ceja “Eliminar la diferencia de raza” dice el director. Utiliza para su fin una historia sobre pescadores y pateras, sobre las Leyes Naturales que rigen a la gente de mar y sobre la Leyes actuales que dicta la clase política, sobre la modernidad y los valores que ésta ha decidido jubilar. Donatella Finocchiaro, a lo Silvana Mangano, junto con Filippo Pucillo, al que hemos visto crecer en las pelis de Crialese, iluminan este relato desde la inocencia y la precariedad y, aunque el guión a la hora de perfilar a sus personajes falla por superficial, el encanto y la dureza de la historia hacen que el enganche sea instantáneo.

Un film cuajado de premios independientes, elegida para representar a Italia en Los Oscar 2012. Una película pequeña que por su apuesta por un Cine Ético merece, y mucho, ser vista y sobre todo comentada.



Fuente: Anna Puigarnau ( www.taconline.net)