Agustín es un pediatra argentino que atraviesa una grave crisis personal. Un día recibe la vista de su hermano Pedro. Son gemelos idénticos, pero Pedro es apicultor en una zona muy alejada y, además, parece estar metido en negocios algo turbios.

Tras este breve y dramático encuentro, Agustín decide asumir la identidad de Pedro con todos los conflictos que ello conlleva.

 

 

 

 

 

Director: Ana Piterbarg

Intérpretes: Viggo Mortensen, Soledad Villamil, Daniel Fanego, Javier Godino, Sofía Gala Castiglione

Guión: Ana Piterbarg

Duración: 117′

Género: Drama, Suspense

Estreno DVD: 02/01/2013

Público: +18

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 0

Acción: 3

Amor: 0

Violencia: 2

Sexo: 1

Crítica:

Anita Piterbarg escribe y dirige su primera película ofreciendo una historia interesante, a medio camino entre el drama y el suspense.

La joven directora argentina nos sitúa en el Delta del Tigre, una zona pantanosa, fría, húmeda y desolada. Surcada por un gran río, sus habitantes navegan en pequeñas y avejentadas barcas para llegar a sus casas, dispersas a lo largo de la orilla. Un lugar parado en el tiempo donde es fácil pasar desapercibido, pero también ser víctima de gente sin escrúpulos.

Allí encontramos a los protagonistas de la historia. Personas mimetizadas con esa tierra, envejecidos, fríos y sin esperanza. Un lugar donde parece que nadie tiene un plan aunque, como explica el título, al final todos tienen uno. El más interesante es el de Rosa, que afirma haberse propuesto hacer el bien siempre a todas las personas. Pero este personaje también es arrastrado por el desencanto de los otros, y la defensa del amor como único motor de las buenas acciones queda apagado por un exceso de brutalidad.

La película le debe mucho tanto a la ambientación como a la banda sonora, pues es en esos aspectos donde más logra conectar con el espectador. Sin embargo, el conjunto final no funciona tanto como debiera, ya que se hace excesivamente lento. Tal como decíamos al principio, la historia tiene parte de drama y parte de suspense y finalmente se queda a medio camino de ambos géneros. Ni profundiza tanto en los personajes como para dejarnos llevar por sus vidas, ni tiene el ritmo ni los elementos básicos con los que seguir con interés el suspense que plantea.


Fuente: Esther Rodríguez ( www.taconline.net)