Barbara y Nicolas se conocen a través del videoclub en el que él trabaja. Entablan una relación, a la que quieren dar continuidad a través de un hijo. El embarazo y los primeros meses del bebé cambian muchas cosas de las que ambos parecían tener claras o no habían previsto.

 

 

 

 

 

 

 

Director: Rémi Bezançon

Intérpretes: Louise Bourgoin, Pio Marmaï, Josiane Balasko, Thierry Frémont, Gabrielle Lazure

Guión: Rémi Bezançon, Vanessa Portal

Duración: 107′

Género: Comedia, Drama

Estreno: 18/05/2012

Público: +18

Valoración: **

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 2

Acción: 2

Amor: 2

Violencia: 0

Sexo: 3

Crítica:

Basada en la novela de Eliette Abécassis, la película ironiza y dramatiza la experiencia de la maternidad en una sociedad urbana y occidental. Bezançon (director y guionista de de Ma vie en l’air o El primer día del resto de tu vida) y su mujer, también escritora, han querido conectar con el público adulto de 30 a 40 años, poco proclive al compromiso y a preveer situaciones o acontecimientos.

Animados por la proliferación de parejas en crisis tras el primer hijo, el film abusa de un cierto didactismo expositivo, a veces con fines cómicos más o menos ajustados, otras con objetivos dramáticos para obtener el giro necesario a la tesis del guión. Eso hace que flaquee en su ritmo narrativo, demasiado dependiente de las anécdotas precisas que se quieren mostrar, incluidas las más íntimas de la vida marital.

Un feliz acontecimiento tiene aciertos, precisamente, en la frescura con que retrata situaciones que el espectador puede haber vivido o ser testigo. Pero el conjunto es poco objetivo en la evaluación de la historia. Barbara y Nicolas no tienen problemas por ser padres. Sus problemas como pareja se encuentran, seguramente antes; el bebé sólo hace que ponerlos de manifiesto de una determinada manera.

También es extraño que la historia no apueste por la comunicación y el diálogo real entre ambos. Aquí reside parte de la tristeza que transmite el film: la facilidad con la que se cierran las relaciones, sin poner medios para su solución. Algo muy propio de una sociedad acostumbrada a tener todo o casi todo resuelto con apretar un botón. No es muy imaginable que un film como este conecte con el público africano o asiático, por poner dos ejemplos.

Fuente: Lourdes Domingo (www.taconline.net)