Una aventura muy original y diferente que se tiene que jugar obligatoriamente en cooperativo.

 

 

 

 


La crítica del principiante

Brothers: a Tales of Two Sons, A Way Out y, ahora, It Takes Two. Estos son los tres títulos que han permitido alcanzar el reconocimiento internacional a Josef Fares y su estudio, Hazelight. Sus propuestas destacan por una narrativa interesante y profunda, así como por una jugabilidad cooperativa única.

Resolviendo problemas de pareja

El título que analizamos sobresale en ambos aspectos. Su historia no es para nada convencional. En ella nos presenta a Cody y May, un matrimonio que pasa por una grave crisis de pareja y que están a punto de divorciarse. Su hija, Rose, sufre y no entiende dicha situación. Sin casi saber por qué, las lágrimas de Rose convertirán a sus padres en dos pequeños muñecos que deberán romper el hechizo y solventar la situación. Pero no será fácil, por el camino, conocerán al Dr. Hakin, deberán aprender a cooperar y vivirán toda una serie de aventuras que les servirán como terapia de pareja.

Plataformas muy variado

Estamos ante un título de plataformas en 3D en el que los jugadores dependen el uno del otro (no se puede jugar en solitario). Los entornos resultan de lo más originales. De hecho, nos trasladan a lugares de la casa tan cotidianos como el jardín o la habitación de Rose.

Evidentemente, no faltarán los saltos, los obstáculos, las plataformas imposibles a las que llegamos al darnos impulso o los enemigos gigantescos. Pero It Takes Two no es un plataformas al uso. El hecho de que sea un título necesariamente cooperativo hace que resulte esencial combinar las habilidades de los dos personajes para avanzar. En ocasiones necesitaremos que uno pulse un botón mientras otro pasa por una puerta o que los dos tiren de dos palancas a la vez. En otra, por ejemplo, uno lanzará clavos mientras que el otro los clavará a su vez. Y no solo eso, sino que a medida que avanzamos, encontramos nuevas y más variadas situaciones –zonas de conducción, otras aéreas, acuáticas, fases estilo shooter…-.

En resumen, la suma entre la variedad de situaciones y la cooperación entre los personajes hacen de It Takes Two una propuesta muy original e innovadora.

Lo mejor:

La originalidad de cada uno de los niveles.
La variedad de las situaciones.
Historia muy original.

Lo peor:

Que no podamos jugar con un personaje controlado por la consola.
Se puede jugar con un desconocido vía invitación online, pero pierde la esencia.

Conclusiones:

It Takes Two es una aventura diferente por dos motivos: su argumento y su jugabilidad. Por un lado, aborda temas poco tratados; por otro, hace de la cooperación su seña de identidad. Si queréis probar algo diferente, es vuestro título.

La versión de Switch es idéntica a las de sobremesa -pese al recorte gráfico- y tiene en la portabilidad su mayor virtud.

En cuanto al contenido, está catalogado para +16. Su temática puede resultar un tanto adulta –incluyendo lenguaje poco adecuado- y tiene puntos de violencia, si bien no es nada del otro mundo.