La guerra de las galaxias por fin ha estallado en el catálogo de Kinect para Xbox 360 con un título que ofrece diferentes propuestas, entre las que se incluyen controlar a un aspirante a jedi, a un poderoso Rancor, pilotar vainas y hasta bailar. Un título entretenido que aprovecha bastante bien el sensor, pero que no es ni mucho menos la experiencia Star Wars definitiva.

 

 

 

 

 

 

Desarrollado por: Terminal Reality

Precio: 49,95 €

Plataforma: Xbox360

Género: Aventura

Calificación por edad:+12

Crítica:

Cuando uno se pone a analizar Kinect Star Wars, piensa en referentes dentro de los juegos basados en el movimiento y, por supuesto, en las decenas de adaptaciones que hemos visto de la saga galáctica por antonomasia. Y el asunto es que si miramos a ambos lados, el juego de Microsoft consigue aportar en cierta medida: por un lado, cuenta con un modo historia que sorprende de primeras; y, por otro, nos permite hacer uso de la Fuerza de una forma razonablemente inédito.

El problema principal de Kinect Star Wars es que es un compendio un tanto incoherente de propuestas -normalmente para uno o dos jugadores simultáneos- no demasiado profundas, con una diversión limitada. El título ofrece cinco modos de juego que podemos jugar junto a un amigo: Destino Jedi, Baile, Rancor, Carreras de vainas y Duelos del destino.

Destino Jedi es un modo historia en el que encarnamos a un joven padawan en un guión bastante simple que bien podría ser un episodio de la serie Las guerras clon. Es una especie de arcade sobre raíles en el que atravesamos sencillas zonas plataformeras y usamos nuestro cuerpo para sortear obstáculos o ataques, agachándonos, dando pasos hacia los lados, saltando, etc. La tarea principal es pelear y mientras que el padawan se encara automáticamente con los enemigos, nosotros debemos usar la fuerza con la mano izquierda -dar empujones o elevar enemigos y objetos- y el sable con la derecha, además de esquivar o bloquear ataques.

La sensación que transmite este modo de juego, a pesar de estar bastante limitado y presentar problemas de detección, es bastante buena. El control, aunque no muestra una detección perfecta, consigue que nos olvidemos durante un buen rato de un desarrollo bastante básico y nos haga emocionarnos sintiendo que usamos la Fuerza. Eso sí, a las pocas horas la sorpresa cae y con ella la diversión.

Kinect Star Wars no es un prodigio visual, pero sí que recrea bien los escenarios y personajes de la película. A pesar de que hay texturas que hacen sangrar los ojos, los modelos están suficientemente detallados, la iluminación es resultona y es muy colorido. Sin duda cumple para ofrecer una buena recreación de la saga galáctica por antonomasia.

El apartado sonoro brilla con bastante más fuerza, gracias a un doblaje al castellano a la altura de la serie de animación Las Guerras Clon. La banda sonora, sin embargo, es lo que destaca por encima de la media, con las impresionantes partituras habituales de la serie.

 

CONCLUSIÓN:

Kinect Star Wars no es un complejo juego que recree a la perfección la experiencia de ser un jedi, pues está limitado en movimientos y su desarrollo es muy básico. Sí es una sencilla recreación del uso de los poderes de la fuerza que sorprende en la toma de contacto, aunque cansa a la larga. El resto de curiosos modos de juego amplían la variedad y el público que podrá disfrutarlo. La verdad es que hay cosas tan extrañas, como el Rancor o los bailes, que hacen que este juego sea casi obligatorio de probar a pesar de sus taras.

 

 

Fuente: www.europapress.es