El doctor André Luiz se despierta en un extraño y lóbrego lugar, una especie de inmenso valle tenebroso, sin ninguna luz, donde otras personas gritan de dolor, se retuercen y dan muestras de un gran sufrimiento. Tras mucho tiempo en esa penosa situación, André Luiz será recogido por unos misteriosos personajes con una aureola de luz y le trasladarán a otro sitio que es todo lo contrario al precedente: una especie de ciudad esplendorosa, en donde las personas conviven en armonía tras su muerte. En esa Ciudad Astral André irá reconociendo sus errores y pasando por diferentes etapas de aprendizaje y purificación interior.
Director: Wagner de Assis
Intérpretes: Renato Prieto, Fernando Alves Pinto, Rosanne Mulholland, Inez Viana, Rodrigo dos Santos
Guión: Wagner de Assis
Duración: 103′
Género: Fantástico
Estreno: 16/05/2014
Público: +12
Valoración: *
Contenidos (de 0 a 6):
Humor: 0
Acción: 3
Amor: 1
Violencia: 3
Sexo: 0
Crítica:
Singularísimo film que adapta el best seller “Nosso Lar” (“Nuestro hogar” en español), escrito por el médium brasileño Chico Xavier (1910-2002), un hombre que se sentía guiado por los espíritus y que escribió ¡más de cuatrocientos libros!, con un enorme éxito de ventas. Según el autor el libro en que se basa Astral City fue escrito por el espíritu de André Luiz, su protagonista, que a través del autor contaba su propia experiencia más allá de la muerte. La historia es una toma de partido por la existencia del mundo espiritual, una existencia al margen de la materia que toma elementos de todas las religiones –cristianismo, taoísmo, judaísmo, budismo– con cierta querencia por el mundo oriental, pero sin concretarse en ninguna de ellas. Así, mientras que en el comienzo hay una clara referencia al purgatorio y la ciudad podría ser un trasunto del limbo, también están muy presentes la reencarnación, los diversos estados de existencia o la unión con la divinidad, pero sin que se concrete nunca cómo o quién es ese Dios. En realidad poco importan esas cuestiones dentro de la filosofía del film, ya que ese sincretismo religioso es lo propio del movimiento New Age, en donde claramente se enmarca esta película.
Visualmente Astral City puede resultar muy ñoña a la mayoría de los espectadores o a quienes no se dispongan a verla con una clara afinidad conceptual o filosófica. Los lugares que se muestran son llamativamente fantasiosos, como si estuviéramos dentro de una ensoñación infantil. Tampoco ayuda demasiado la puesta en escena elegida por el director Wagner de Assis, muy cursi en ocasiones, al igual que los personajes que pueblan la ciudad o el modo en que el protagonista va evolucionando interiormente. En fin, aunque esté impregnada de buenos sentimientos y se atreva a hablar a las claras del mundo espiritual, estamos ante una película blandita, almibarada y poco emocionante.
Fuente: www.decine21.com