Robbie, un joven en paro con instintos de hooligan, es condenado a 300 horas de trabajos comunitarios para redimirse de sus actos vandálicos. La pena incluye la integración en un grupo con otros tres indeseables al mando de Harry, un paciente monitor que intentará enseñarles el respeto y el valor del trabajo.

 

 

 

 

 

Director: Ken Loach

Intérpretes: Paul Brannigan, John Henshaw, Gary Maitland, Jasmin Riggins, William Ruane, Roger Allam, Siobhan Reilly, Chooye Bay

Guión: Paul Laverty

Duración: 106′

Género: Comedia | Drama

Estreno DVD: 13/03/2013

Público: +18

Valoración: ****

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 3

Acción: 2

Amor: 1

Violencia: 1

Sexo: 2

Crítica:

Fiel a su estilo social, insobornable y juguetón, Loach clava el retrato de unos jóvenes escoceses en proceso de desintegración que afrontan una segunda oportunidad con toda la motivación del mundo.

En esta producción Loach encuentra un estupendo filón de grises que escapa a su habitual “o blanco o negro” que, en anteriores films, llegaba a cargar por simple. Aquí despliega una visión positiva, extraña en él, que nos habla de un Loach más maduro y menos escorado, renunciando por fin a la rigidez ideológica a que nos tiene acostumbrados.

Sin dejar la crítica social, tan necesaria, elige esta vez la risa como herramienta demoledora y eficaz para denunciar la situación actual de la juventud ante la crisis. Con su claro estilo pseudodocumental, consigue zambullir al espectador en el mundo del paro, las familias desestructuradas, los excesos y las soluciones a menudo violentas que sus humildes personajes eligen con testarudez.

Una comedia de humor británico con un fantástico guión de Paul Laverty –con esta van 12 las colaboraciones con Loach- y con un casting de actores que parecen trasplantados del pub al plató. Todos ellos estremecedores, frescos, malhablados y acertados en la lectura de sus personajes. Atención al desconocido Paul Brannigan del que seguro tendremos noticias. Premiada por el Jurado en el Festival de Cannes 2012 con todas las de la ley.

 

 


 

Fuente: Anna Puigarnau (www.taconline.net)