Cuando Jon es expulsado del colegio, Margo, su madre, decide enviarlo lejos para que Max, el abuelo estricto, lo meta en cintura. No le será fácil. A Jon le gusta bordear el peligro, y el ex militar es un hombre de costumbres que se ha asentado en un punto muy cómodo de la vida.

 

 

 

 

 

 

Director: Gracia Querejeta

Intérpretes: Maribel Verdú, Tito Valverde, Aron Piper, Belén López, Susi Sánchez, Boris Cucalón

Guión: Gracia Querejeta

Duración: 96′

Género: Drama

Estreno: 07/06/2013

Público: +16

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 1

Acción: 1

Amor: 0

Violencia: 1

Sexo: 1

Crítica:

La gran triunfadora en el pasado Festival de Málaga es una nueva historia de Gracia Querejeta sobre vínculos humanos en nacimiento, descomposición o crecimiento. Esta directora, que también ha participado como realizadora en unas cuantas series televisivas (Hospital central,Cuéntame cómo pasó), ha sabido configurar una filmografía compacta en los temas, coherente y a la vez diferenciada en su universo de personajes y tramas, y algo más gris en su personalidad visual.

Con el contexto de la familia y ciertos hechos que quedan encubiertos con el paso del tiempo, Querejeta es capaz de hilar un argumento en la misma línea de fondo, pero distinto en muchos aspectos, a sus interesantesCuando vuelvas a mi lado o 7 mesas de billar francés. También como enHéctor recurre a la figura del adolescente para centrar la mayor parte del conflicto. Sin embargo, 15 años y un día no es la más redonda de sus películas.

Aunque arranca con soltura, buen ritmo y un medido sentido humor, sobre todo a gracias a unos personajes caracterizados a través del diálogo, el film se estanca casi a la mitad. Entonces, una vez en el sur, en la Costa de la Luz, el guión se cierra en banda para construir un ambiente y una relación abuelo-nieto, para explicar cosas (en exceso a través de la palabra) y remarcar lo perdidos que están los adolescentes en entornos más o menos desestructurados.

Gracia Querejeta confía demasiado en que el destino trágico alumbre las tramas y descuida la pequeña micro evolución de la historia. De ahí que algunas réplicas de los personajes suenen a frases algo empaquetadas para redondear unos mensajes y provocar unas emociones, que no afloran con tanta naturalidad.

Y es una pena, porque la directora madrileña maneja un material de primer orden –los problemas de autoridad y afecto entre jóvenes y adultos, la incomunicación y el daño mutuo en el seno de la propia familia-  con unos actores (los maduros) muy capaces y una sana intención de mostrar, al fin, la cara amable de las relaciones humanas.

A pesar de todo, a pesar de que quizá quiere abarcar demasiados personajes en profundidad (para quedarse a mitad), de que chirría un naturalismo artificial en los diálogos (también en los barriobajeros) y en un pasaje de club de carretera, Querejeta sigue siendo una apuesta siempre interesante y con personalidad en el panorama actual del cine español. Saca partido al costumbrismo, un género muy propio de la narrativa española, pero no lo desvincula de cierto humanismo, como sí les sucede a otros directores marcados por un persistente halo de chabacanería.

 

 

Fuente: Lourdes Doming0 (www.taconline.net)