Un guardia urbano romano que pone orden a la circulación, por así decir, introduce un ramillete de historias que transcurren en la ciudad eterna: el arquitecto famoso americano, que recordando sus años mozos en Roma, se topa con un compatriota estudiante de arquitectura, y es testigo de sus devaneos amorosos; la pareja provinciana de recién casados, que en la gran urbe se pierden y enredan, ella conoce a un famoso actor, él recibe la visita inesperada de una prostituta; la turista americana que se enamora y compromete con un italiano, y a la que vienen a ver sus padres, él promotor musical que encuentra un tenor donde menos lo espera; y finalmente el padre de familia y gris oficinista que un día se convierte en alguien famoso sin que exista razón objetiva alguna para ello.

 

 

Director: Woody Allen

Intérpretes: Penélope Cruz, Ellen Page, Woody Allen, Jesse Eisenberg, Alec Baldwin, Alison Pill, Judy Davis, Greta Gerwig, Roberto Benigni, Ornella Muti, Carol Alt, Clain Parker, Riccardo Scamarcio, Giuliano Gemma, Alessandra Mastronardi, Flavio Parenti, Alessandro Tiberi, Fabio Armiliato, Antonio Albanese

Guión: Woody Allen

Duración: 102 min

Género: Comedia

Estreno: 21/09/2012

Público: Jóvenes-adultos

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 3

Acción: 0

Amor: 2

Violencia: 0

Sexo: 1

Crítica:

Sigue Woody Allen su periplo fílmico por ciudades europeas, tras Londres, Barcelona y París le llega el turno a Roma. Con su ritmo habitual de una película al año, el cineasta neoyorquino da muestras con A Roma con amor de sus virtudes y defectos. Su nueva película no es redonda, ni mucho menos, dista de la perfección lograda con Midnight in Paris. Aunque justo es reconocer que Allen confiesa siempre no estar satisfecho con el resultado de sus filmes, que salvo excepciones en la mayoría detecta fallos. En el film que nos ocupa, esto es muy claro.

En el haber de Allen está el saber trenzar los diversos hilos narrativos, la construcción de personajes con un acertado reparto, ciertas ocurrencias que introduce con prodigiosa naturalidad y encajan bien, lograr que parezca que todo ocurre en poco tiempo. ¿Los problemas? Ciertos estereotipos italianos que evidencian demasiado la mirada foránea, las bromas de comedia de alcoba no las maneja con el necesario desparpajo. El complejo de no perder comba con la mentalidad actual, del que es botón de muestra el monólogo de Ellen Page sobre su experiencia de una relación lésbica. La reiteración en lo que al principio suponían hallazgos: la idea de la ducha del personaje de Woody Allen, las servidumbres de la fama que padece Roberto Benigni, el embarazo que produce en los que le rodean el descaro de Penélope Cruz.

Ver una película de Woody Allen siempre tiene interés, y en tal sentido A Roma con amor no es la excepción. Pero es cierto que se trata de un trabajo que se diría hecho con desgana, con el piloto automático, y que poco aporta a su filmografía, a excepción de que supone un reconocimiento más de que Woody se hace mayor, la petición de su personaje a Judy Davis de que no le psicoanalice resulta muy elocuente. Aunque el tema de la fama sea abordado a la italiano, desde una óptica que retrotrae a Federico Fellini y La dolce vita, lo cierto que es que Allen ya lo había tratado en Celebrity.


Fuente: www.decine21.com