Gus Lobel ha sido durante décadas uno de los mejores cazatalentos de béisbol, pero la edad y los problemas de visión empiezan a pasarle factura. Los directivos de los Atlanta Braves empiezan a cuestionar sus métodos y opiniones, y le ofrecen una última oportunidad para valorar las condiciones de una de las más destacadas promesas del país. Consciente de su pérdida de facultades, Pete Klein, amigo y defensor de Gus frente a la junta de los Braves, acude a la única persona capaz de ayudar a Gus: su hija, con la que no ha tenido mucho contacto desde la muerte de su esposa.

 

 

 

 

Director: Robert Lorenz

Intérpretes: Clint Eastwood, Amy Adams, Justin Timberlake, John Goodman, Matthew Lillard, Robert Patrick, Chelcie Ross, Bob Gunton

Guión: Randy Brown

Duración: 111′

Género: Drama | Deportivo

Estreno DVD: 27/03/2013

Público: +16

Valoración: ***

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 2

Acción: 0

Amor: 0

Violencia: 1

Sexo: 0

Crítica:

Después de sugerir, con algo más que declaraciones, su retiro interpretativo con su personaje en Gran Torino, Clint Eastwood vuelve a ponerse frente a las cámaras. Y es que en el protagonista del film de 2008 se intuía el perfecto cierre a más medio siglo de carrera, un compendio de personajes y planteamientos que alcanzaban su sentido y madurez definitivos en el proceso de redención del inolvidable Walt Kowalski. Sin embargo, Robert Lorenz, colaborador habitual de Eastwood como productor y director asistente, parece haber despertado nuevamente el instinto actoral del que en su día fuera Harry Callahan, William Munny o Frankie Dunn, con un papel diseñado a su medida. La de Gus Lobel supone, además, la primera interpretación de Clint Eastwood en una película no dirigida por él en casi veinte años.

Golpe de efecto recupera a un Eastwood muy representativo y autorreferencial en su rol: malhumorado, viejo, grosero y solitario; declaradamente reticente a los nuevos tiempos y generaciones, y con pesadas y ocultas losas en su pasado. Con esta composición, se erige como auténtico rey de una función convencional y poco ambiciosa que, con su básica y tópica mezcla de trama deportiva y sentimental relato de encuentro familiar tardío, cumple, con algún que otro esfuerzo, con las exigencias básicas del espectador, dejando en manos de sus personajes el posible punto diferencial de la cinta. En este sentido, crece un film que se sostiene en la capacidad del veterano actor para generar momentos marca de la casa, y en las posibilidades de réplica que ofrece a sus compañeros de reparto, en especial a una Amy Adams muy desenvuelta en la confrontación con su intratable padre de ficción.

En definitiva, un título comercial correcto, cuyo mayor incentivo es recuperar en pantalla a un Eastwood más que reconocible, aunque para los seguidores de su figura como clásico del cine pueda resultar inevitablemente extraño verlo formar parte de una historia amable, pero demasiado ligera.

 

 

Fuente: Juan Xipell (www.taconline.net)