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Podían estar esperado a mañana (28) a anunciarlo, pero hasta que no sea así no será posible confirmar lo que parece qué va a ocurrir con la frecuencia que hasta ahora ocupa CNN+: un Gran Hermano non stop, 24 horas al día, para que nadie se pueda quejar de no estar informado.

De momento, sólo lo cuenta El Mundo, pero no es habitual que las inocentadas de los medios aludan a su competencia y una es de natural crédulo. Según este periódico, a Paolo Vasile, consejero delegado de la cadena de Berlusconi “no le está temblando el pulso para dinamitar el legado televisivo de Prisa” y deprisa parece haber encontrado contenidos apropiados para hacer más grande el emporio de la cadena más rentable del panorama audiovisual estatal. Incluso hasta podrá seguir haciendo valer aquello del “está pasando, lo estás viendo”. Y sin tener que invertir ni un céntimo de más. De nuevo, un negocio redondo porque se cierra una redacción para encargar a un par de realizadores que elijan qué cámara de las que cubren las fantásticas aventuras de los Milá boys (and girls) pinchar. Y no olviden que esas cámaras ya estaban instalando y nutren desde octubre trascendentes galas, programas especiales, parte de la programación de La Siete, tertulias, debates, promociones y quién sabe si las campanadas de fin de año.

Poco tengo que añadir a las denuncias que se han sucedido desde que el 10 de diciembre nos enterásemos de que la filial de CNN bajaba la persiana. El canal llevaba emitiéndose desde enero del 99, con más o menos acierto, con más o menos audiencia, pero nutriéndose de la actualidad, la información y la opinión, lo cual constituye un motivo más que suficiente para echarlo de menos. Dicen que gran parte de los trabajadores de la cadena se incorporan a Atlas -una ganga, oigan-, y ustedes, los espectadores, no se apuren, que si este rumor se confirma, a partir del jueves, ya saben que tendrán acceso ilimitado a GH. Gabilondo por Milá, actualidad por actualidad paralela, información por “sofisticado entretenimiento 360º”, entrevistas por diálogos de besugos. Personalmente, yo refiero mirar la pecera de mi casa.

Desde el comienzo de las emisiones de GH existe la posibilidad de seguirlo, previo pago, las 24 horas del día, en la televisión o en el ordenador. Pero oigan, pagar por ver en directo aquello que luego se repite hasta el desgaste de la cinta en la cadena amiga, tampoco parece muy sensato. Ahora que gracias a la TDT el acceso será gratuito todo será diferente: ya puede usted dar por bien invertidos los duros que le costó el decodificador.

Por cierto, ¿qué pasará cuando, previsiblemente en marzo, GH12 cuente con flamante ganador y por fin finalice? ¿Nos obsequiarán entonces con 24 horas de imágenes en directo de estrecho seguimiento a las vacaciones de Mercedes Milá hasta su regreso a los mandos de un espacio tan imprescindible?

Fuente: Estefanía Jiménez, 27-12-10 (El audímetro, blogs.deia.com)