Argumento

Walt Disney Pictures lleva el fenómeno de Disney Channel a la pantalla grande en el film Hannah Montana: la película. Miley Stewart (Miley Cyrus) lucha para organizar sus días de escuela, sus amigos y su secreta personalidad de estrella pop, justo cuando la creciente popularidad de Hannah Montana amenaza con tomar el control de su vida, ¡y puede ser que lo logre!

Así es que su padre (Billy Ray Cyrus) decide llevarse a la adolescente de regreso a su hogar en Crowley Corners, Tennessee, para darle a la chica una buena dosis de realidad. Allí es cuando comienza esta aventura llena de diversión, risas y romance, como ni siquiera la propia Hannah Montana podría imaginar.

Después del concierto filmado para la gran pantalla, ésta es la segunda película de este personaje televisivo que ha triunfado entre las preadolescentes de medio mundo. Ahora ya no estamos ante un concierto real, sino ante una historia más de esta ficción donde la protagonista se debate entre continuar llevando esa doble vida como cantante y como estudiante normal y corriente o dejarlo correr.

El director de films comerciales como «Serendipity» está al frente de una película «blanca»  para la adolescencia que produce Disney Channel: historias con atractivo sobre jóvenes dotados artísticamente, pero donde hay moraleja para todos los gustos. No defraudará a los fans de Cyrus, pero desde luego no pasará a los anales del séptimo arte.

La crítica

Esta estrella de la pequeña pantalla llega al cine con la fuerza que sabe desplegar la factoría Disney en aquellos productos de gran consumo. No en vano se trata de una de las mayores y más importantes empresas de la industria cinematográfica americana. La película cuenta con el esplendor de los grandes musicales: una rítmica y pegadiza banda sonora, coreografías multitudinarias, escenarios evocadores, una gran participación de extras y figurantes y, lo más importante, una historia que contar con agradables y atractivos personajes.

A diferencia de otras propuestas como la saga de High School, Hannah Montana, la película se centra en la protagonista y su historia. Los personajes secundarios, en vez de distraer la atención, están para apoyar el hilo argumental principal. Este detalle otorga al film una coherencia de guión que, en otras historias puede ser sacrificada por un efectismo insustancial. Con esto no se pretende dar al film más valor del que tiene, ya que  la película no deja de ser una historieta para adolescentes que incluye la mayoría de los tópicos del género y un final de cuento. No obstante, cabe resaltar las virtudes de esta historia en la que se aplica con acertada medida una buena dosis de humor, la acción necesaria para evolucionar y unos toques de «azúcar» adolescente.

Entre los valores que defiende el film se encuentra la importancia que tiene la familia para la correcta evolución del ser humano y el lugar privilegiado que se le debe otorgar por la que, si es necesario, se deben sacrificar algunos intereses individuales. Las dos caras de la fama, el atractivo poder de persuasión que tiene el hecho de conseguir las cosas solo por ser famoso se bate en duelo con el esfuerzo por alcanzar las metas que realmente valen la pena en la vida. La amistad, la sinceridad, los valores de la vida campestre, el consumismo desmesurado y la correcta utilización de las habilidades que cada persona posee son algunos de los temas que se presentan  en la película y que se pueden desarrollar en un coloquio posterior con los jóvenes.