Atrapa a un ladrón (1955)

Ladrón de guante blanco

Ladrón de guante blanco

John Robie (Cary Grant), llamado «el gato», es un americano que vive con un gran estilo en la Riviera francesa. En el pasado fue un famoso ladrón de joyas, y por eso, cuando empizan a repetirse robos con su «estilo» la policía cree que «el gato» ha vuelto a su antiguo oficio. Robie tendrá así que intentar encontrar al culpable si no quiere acabar él mismo en la cárcel. Y para ello entra en contacto con las posibles próximas víctimas, entre ellas Jessie Stevens (Jessie Royce Landis), quien está acompañada por su bellísima hija Francie (Grace Kelly). La acción transcurre entre lujosos casinos y ambientes espectaculares.

Una de las películas consideradas menores del genio Alfred Hitchcock, oscurecida por la brillantez de La ventana indiscreta (1954) o Crimen perfecto (1954) rodadas en el mismo período. Con Atrapa a un ladrón, Hitchcock se decanta más hacia la comedia romántica, dejando en un segundo plano la intriga. Cuenta con el atractivo de un excelente dueto de intérpretes. Cary Grant era el actor favorito de Hitchcock, y ya trabajaron juntos en Sospecha (1941) o Encadenados (1946). Toda la película desprende un glamour delicioso, pero la escena del beso en el umbral de la puerta es sencillamente irresistible.