Según «The Guardian», webs de contenidos piratas como Pirate Bay ganan mucho dinero a través de los anuncios por explotar contenido protegido

Los sitios de descarga ilegal de música o películas se embolsan grandes cantidades de dinero gracias a la publicidad de algunas multinacionales, sin tener que invertir dinero en el desarrollo del contenido. Según informa «The Guardian», las webs de contenidos piratas como Pirate Bay aunque muchas veces se pinten de altruistas o sin ánimo de lucro, lo cierto es que ganan mucho dinero a través de los anuncios por explotar contenido protegido bajo derechos de autos.

El proceso previo a la investigación de Pirate Bay ha revelado ya emails entre los acusados y un tal Oded de Israel encargado de llevarles los anuncios, que confirman que el portal ya era rentable desde el 2005. Sobre esa fecha, el inversor Carl Lundström escribió: «Hay alrededor de 30.000 y 40.000 coronas noruegas circulando al mes. El coste de las líneas de internet, los servicios de almacienamiento… son menores, así que en términos financieros, está yendo bien».

Y eso, antes de que empezaran a tomarse en serio los ingresos publicitarios. Oded revela en uno de sus emails que conoció una empresa llamada Ad-Agency que quería poner anuncios de juego de póker «online» y casinos y juegos por una cifra mensual de 100.000 dólares.

Pero los empresas que buscan este tipo de webs para anunciar sus productos, no sólo son de juegos y apuestas o servicios de compañía y citas. También hay multinacionales como McDonald’s, Hyatt Hotels, Netflix y Ticketmaster. «The Guardian» se preguntó qué opinaban estas compañías sobre el dinero que les estaban dando con sus anuncios a portales que oprimían a músicos y cineastas.

Sobre qué pensaban hacer con sus anuncios, muchas de las empresas contestaron con mensajes genéricos y similares. Camelot respondió: «Les aseguramos que nos tomamos muy seriamente los asuntos de esta naturaleza. El acuerdo publicitario de Camelot expone que cualquier anuncio de nuestros socios debe cumplir con el código de conducta de IASH para garantizar que no nos anunciamos en sitios web con contenido inapropiado. Nuestra agencia de medios revisa toda nuestra actividad ‘online’ y retirará a cualquier socio que infrinja los términos de uso».

La cuestión sobre responsabilidad es polémica, porque varias empresas culpan a los intermediarios, pero el hecho es que el dinero que invierten en publicidad está yendo a sitios que están infringiendo el copyright.

 

Fuente: www.abc.es