Un argelino de 55 años, Bachir Lazhar, es contratado como sustituto de una maestra de primaria que ha muerto en circunstancias trágicas en un colegio de Montreal. Bachir se pone al frente de una clase de niños de 10 años afectados por lo sucedido. Sus métodos de aprendizaje y su carisma serán fundamentales para sacar adelante el curso y cambiar la vida de sus alumnos.

 

 

 

 

 

 

Director: Philippe Falardeau

Intérpretes: Mohamed Fellag, Sophie Nélisse, Émilien Néron, Danielle Proulx

Guión: Philippe Falardeau

Duración: 94′

Género: Comedia, Drama

Estreno DVD: 26/09/2012

Público: +16

Valoración: ****

Contenidos (de 0 a 6):

Humor: 2

Acción: 0

Amor: 0

Violencia: 0

Sexo: 0

Crítica:

Personajes cargados de sentimientos, silencios y miradas que hablan por sí solas y una trama que se desarrolla lenta pero de un modo que atrapa. Estos son los principales ingredientes del último trabajo del canadiense Philippe Falardeau (C’est pas moi, je le jure!, Congorama), en el que logra que una clase de alumnos traumatizados por la muerte de su profesora salga adelante con éxito.

Profesor Lazhar, representante de Canadá en los Oscar 2012 en la categoría de Mejor Película de Habla no Inglesa, consigue captar la esencia del día a día de un colegio y convierte una trama sencilla en una historia cautivadora. La interpretación de los niños es brillante, así como el papel del profesor, al que Mohamed Fellag dota de un misterio excepcional. Además, la película tiene una trama paralela en la que se van descubriendo aspectos de su vida personal. Esto permite enriquecer el producto final y le hace pasar de notable a sobresaliente.

Lazhar, con unos métodos peculiares y distintos a los del resto de docentes del centro, consigue que sus alumnos se sinceren y hablen de sus preocupaciones y temores ante la muerte, tema principal sobre el que gira todo el metraje. Compañerismo, sinceridad y amistad son algunos de los valores que se reflejan en una cinta de tono amable, que huye del cine comercial hollywoodiense en el que priman tramas “vacías” de contenido.

Fuente: Laura Llauradó (www.taconline.net)