Ficha:
Género: Crítica televisiva.
Director: Presentador: Miki Nadal (narrador).
Cadena: Viernes, a las 21:45, en Antena 3.
Duración: 50 minutos.
Una nueva propuesta en la que los protagonistas son los espectadores, en concreto dieciocho familias representativas del público general. La adaptación a España del programa británico Gogglebox, que ya ha sido exportado con gran éxito a otros veinticinco países, tiene una mecánica muy 
sencilla, pues se intentan mostrar esos comentarios espontáneos de cada uno en su casa, cuando está frente al televisor con sus familiares más directos. Para ello, las cámaras siguen a los protagonistas mientras ven telenovelas, programas e informativos, para captar sus reacciones.
Le falta algo de naturalidad a los ‘frikis’, abuelas y jubilados que se supone que deberían ser reales como la vida misma. Por ejemplo, mientras en el primer programa estaban viendo un partido de fúbol, sus reacciones no parecían ni mucho menos espontáneas. Ni siquiera se analizan todos los programas, pues la cadena rival, Mediaset, no ha accedido a que sus contenidos aparezcan. No se realiza ni de lejos un análisis serio de lo que se emite, centrándose en cuestiones como el afán de escándalo de algunas cadenas, que les hace acercarse a los límites éticos. Aquí todo se queda en frases intrascedentes y bromitas amables de poco calado.
Al menos, alguno de los seleccionados tiene cierta gracia. También logra cierta simpatía el presentador, Miki Nadal, a pesar de que sólo está presente a través de su voz en off.
sencilla, pues se intentan mostrar esos comentarios espontáneos de cada uno en su casa, cuando está frente al televisor con sus familiares más directos. Para ello, las cámaras siguen a los protagonistas mientras ven telenovelas, programas e informativos, para captar sus reacciones.
Le falta algo de naturalidad a los ‘frikis’, abuelas y jubilados que se supone que deberían ser reales como la vida misma. Por ejemplo, mientras en el primer programa estaban viendo un partido de fúbol, sus reacciones no parecían ni mucho menos espontáneas. Ni siquiera se analizan todos los programas, pues la cadena rival, Mediaset, no ha accedido a que sus contenidos aparezcan. No se realiza ni de lejos un análisis serio de lo que se emite, centrándose en cuestiones como el afán de escándalo de algunas cadenas, que les hace acercarse a los límites éticos. Aquí todo se queda en frases intrascedentes y bromitas amables de poco calado.
Al menos, alguno de los seleccionados tiene cierta gracia. También logra cierta simpatía el presentador, Miki Nadal, a pesar de que sólo está presente a través de su voz en off.