Ficha:

País: España Directores: Oriol Ferrer, Salvador García Ruiz, Jorge Torregrossa

Intérpretes: Álvaro Cervantes, Enrique Barrendero, Laia Costa, Guiomar Puerta, Elisabeth Larena, José Luis García Pérez, Alfonso Bassave, Nathalie Poza

Duración: 1 temporada de 17 capítulos de 70 minutos Emisión en España: La 1 (Lunes a las 22:00 desde el lunes 7 de septiembre.)

Público adecuado: +16 (X)

 

Carlos, el príncipe extranjero de Flandes, adolescente y dubitativo, llega a España, un reino convulso que le mira con desprecio. Es el nieto de los Reyes Católicos y sucesor a la Corona pero los nobles, el pueblo y la Corte lo ven como un monarca venido de Flandes que difícilmente velará por los intereses de Castilla. El joven Álvaro Cervantes (Los nuestros, Hermanos) transmite a la perfección la inmadurez, la duda y el deseo de ser amado por un reino impuesto por genealogía. Su futuro no será el de ser Rey de España, sino el del dueño del mundo desde las Indias hasta los confines del Imperio germánico.

 

Era normal que hubiese cierto miedo ante la llegada de esta serie. La precedente Isabel había logrado el favor del público y críticas entusiasmadas que incluso llegaban desde el extranjero. Además no resultaba fácil imaginar una continuación que no fuese liderada por Javier Olivares, verdadero motor de la serie previa y que ahora mismo trabaja en la segunda temporada de El Ministerio del Tiempo.

Esta incertidumbre se ha resuelto en los 6 primeros capítulos de Carlos, Rey Emperador. Una vez más un actor catalán joven (Álvaro Cervantes coge el relevo de Michelle Jenner) da la talla con uno de los personajes más importantes de la Historia, en una serie apoyada en diálogos magníficos y una dirección artística aún mejor que en Isabel. Nos estamos acostumbrados a que nos cuenten la Historia de España con matices y sin anacronismos, algo que hace tan sólo unos años era prácticamente excepcional.

El equipo de guionistas y directores es prácticamente el mismo incluyendo algunos nombres nuevos como Jorge Torregrossa (Fin, La vida inesperada) o Salvador García Ruiz (Las voces de la noche). Entre Isabel y Carlos, Rey Emperador hay un intervalo histórico contado en la película La Corona partida que en principio debía estrenarse entre las dos series este mismo verano, pero finalmente se ha retrasado su aparición en cines hasta enero de 2016.

En esta primera mitad de temporada destaca la brillantez interpretativa de un elenco muy variado de actores que va desde una consagrada Nathalie Poza (que ya estuvo pletórica en la serie y posterior película Todas las mujeres), a un enorme Alfonso Bassave (Gran Hotel, Amar es para siempre) como el mujeriego Francisco I, rey de Francia. También destacan Laia Marull como Juana la Loca, Álex Brendemühl como Enrique VIII o José Luis García Pérez como Hernán Cortés. Con tantos personajes importantes que retratar se entrelazan bien las diferentes tramas y capítulos históricos que funcionan como un reloj y están bien medidos en su contenido dramático.

Por otro lado se agradece que la serie sea elegante y juegue con las elipsis en la mayoría de los casos al contar los aspectos más escandalosos de la vida de los monarcas (con excepción del personaje de Francisco I, definido con demasiado recurrencia como mujeriego incorregible). El querer acercarse al estilo HBO de historicismo erotizado de Juego de tronos o Los Tudor hizo mucho daño en los comienzos de Isabel, y por ahora Carlos, Rey Emperador no ha caído en la trampa.

La banda sonora de Federico Jusid no sólo está a la altura de la que compuso para Isabel sino que es incluso más variada y sugerente. Por otro lado, en Carlos Rey Emperador está mejor aprovechado el presupuesto. La receta parece ser sencilla, sí no tenemos dinero no intentaremos rodar batallas o escenas panorámicas que quedarían indignas de una historia tan apabullante. Sin embargo las escenas palaciegas de Francia, Alemania o el Vaticano e incluso las conquistas de Cortes en América son visualmente muy creíbles. También el tipo de fotografía utilizada resalta más el color y la luz de interiores y paisajes, algo que en Isabel se echaba bastante de menos en muchas escenas en las que el gris y el ocre estaban excesivamente presentes.

Todo esto hace que Carlos, Rey Emperador sea una serie muy valiosa culturalmente, matizadas en los juicios de valor históricos y de una belleza visual muy atractiva. No nos acostumbremos a series así porque son un tesoro nada fácil de encontrar.

 

Firma: Claudio Sánchez