País: Estados Unidos
Creador: Scott Frank Intérpretes: Jack O´Connell, Jeff Daniels, Michelle Dockery, Scoot McNairy, Merrit Weaver Duración: 1 temporada de 8 capítulos de 70-75 min Canal de emisión: Netflix Público: +18 años (XDV) Calificación: 6´5/10Un western al trote
El piloto de Godless ha sido uno de los acontecimientos televisivos del año. En un sólo episodio había referencias a los grandes western clásicos de Howard Hawks y John Ford y también a algunos más recientes como Sin perdón de Clint Eastwood. Probablemente este capítulo inicial sea uno de los más cuidados visualmente en la planificación, las localizaciones, la fotografía y el montaje. Hacía falta una nueva incursión del western en la televisión después del éxito de series como Hell on Wheels o Hatfields & McCoy que habían logrado desprenderse de la herencia truculenta Deadwood de HBO. Godless es una historia de venganzas y supervivencia en el Oeste más árido y violento de Nuevo México. En el poblado de La Belle solo quedan mujeres; los hombres han muerto en un trágico accidente en la mina. El sheriff (Scoot McNairy) intentará defender al pueblo de la banda del sanguinario Frank Giffin (Jeff Daniels) con la ayuda del que fuese líder de los delincuente Roy Goode (Jack O´Connell) y Alice Fletcher (Michelle Dockery) una joven viuda al frente de unas tierras de ganado. La premisa del argumento es original; algo que genera un desarrollo impredecible. Sin embargo la historia no acaba de ser todo lo ágil y sugerente que debería y los personajes protagonizan demasiadas escenas innecesarias, más dirigidas a profundizar en la belleza estética de cada plano que en la evolución dramática. El feminismo juega un papel tan fundamental en la serie que acaba siendo anacrónico y demasiado subrayado en las relaciones homosexuales de las mujeres que están tratadas con muy poca delicadeza y personalidad. No se aprovecha la presencia de 3 actores tan impresionantes como Scoot McNairy (Halt and catch fire, 12 años de esclavitud), Jack O ´Connell (´71, Convicto) y Michelle Dockery (Downton Abbey). Aunque todos ellos resultan inicialmente fascinantes, su retrato acaba siendo indefinido, gris. No se ve la épica interna y el heroísmo que prometían y acaban siendo individuos sin alma que vagan por ese peculiar desierto inanimado. El creador y guionista de la serie, Scott Frank , no acaba de dar el salto de calidad respecto a sus películas como director: The Lookout y Caminando entre tumbas. Tampoco el libreto está al nivel de sus mejores guiones (Minority Report, La intérprete o Logan). De esta manera este western televisivo se queda lejos del nivel de series como Justified. La ley de Raylans de Elmore Leonard, una modernización en toda regla del género.Claudio Sánchez de la Nieta