Teatro de la cárcel de Rebibbia. Acaba de terminar la representación deJulio César, de Shakespeare y el público aplaude entusiasmado. Las luces se apagan y los actores vuelven a su condición de presos camino de las celdas.

 

 

 

 

 

 

 

Director: Paolo Taviani, Vittorio Taviani

Intérpretes: Fabio Cavalli, Salvatore Striano, Giovanni Arcuri, Antonio Frasca, Juan Dario Bonetti, Vincenzo Gallo

Guión: Paolo Taviani, Vittorio Taviani

Duración: 76′

Género: Drama

Estreno DVD: 09/04/2013

Público: +16

Valoración: ****

Contenidos (de 0 a 6):

Humor:

Acción:

Amor:

Violencia:

Sexo:

 

Crítica:

Los hermanos Paolo y Vittorio Taviani se alzaron con el Oso de Oro a la mejor película en el Festival de Berlín con esta brillante y original escenificación del Julio César de Shakespeare, filmada enteramente en el ala de máxima seguridad de la cárcel de Rebibbia, en Roma. Sus intérpretes son, casi en su totalidad, presos reales, condenados de larga duración o a perpetuidad (muchos de ellos, antiguos miembros de la mafia), que cada año preparan un texto que representan delante de familiares, reclusos y otros asistentes.

El proyecto nació, precisamente, el día en que los veteranos cineastas acudieron a una de estas funciones, en la que se recitaban fragmentos de la Divina Comedia. En ella descubrieron el sentido humano y dramático que adquirían los versos de Dante en boca de individuos culturalmente aislados que recuperaban la noción de libertad en la experiencia artística. Así, propusieron participar y retratar este proceso introduciendo su cámara y el texto del inmortal dramaturgo inglés en las celdas y pasillos de Rebibbia.

El resultado es un film difícil de clasificar, una mezcla de realidad, ficción y, ante todo, teatro, que recorre y revela el despertar interior de sus protagonistas. El arte, representado en la tragedia de Shakespeare, penetra, sublima y eleva el espíritu de unos internos que ven liberadas desconocidas y profundas dimensiones de su naturaleza humana a medida que cada uno de ellos se adueña de la obra y de su personaje, y descubre en ellos reflejos de su pasado, verdades universales y ventanas, hasta entonces desconocidas, que asoman al infinito.

 

 

Fuente: Juan Xipell (www.taconline.net)